miércoles, 25 de diciembre de 2013

Historia de editores: Nuevos libros


En 1941, Henry Miller viajó a Nueva York y recorrió Estados Unidos, la ciudad en la que nació, su tierra. Salió espantado, excepto de Biloxi, un lugar “de ensueño” en el profundo Sur. Fue una pesadilla, Una pesadilla con aire acondicionado. Así tituló el largo relato de esa excursión al mundo capitalista que entonces vivía la siesta de la Gran Depresión. Como en las obras que lo hicieron famoso, dio mandobles a diestro y siniestro, y adivinó el clima de la guerra que se avecinaba así como el mundo de consumo irrestricto que vendría luego.
Veinte años después, en el otro lado del mundo, el mundo comunista, otra escritora, la francesa Simone de Beauvoir, visitaba con melancolía, acompañando a Jean-Paul Sartre, los avisos más dolorosos de la esclerosis del socialismo real y, además, de su propio marido. De ahí surgió un libro, Malentendido en Moscú. Ambos eran inéditos en español y acaban de aparecer traducidos por la editorial Navona.
Ni en el estilo (uno es rabioso, trepidante, está repleto de mala uva) ni en la atmósfera (son historias que viven en las antípodas) se parecen Miller y De Beauvoir, pero algo tienen en común estas obras que Navona rescata del olvido. En el libro de viaje del norteamericano que regresa de malhumor a su tierra y en la novela de la francesa que confirma su desencanto creciente hacia el comunismo se ponen en evidencia los dos espantos contemporáneos: el capitalismo ya no va a soltar su presa y el comunismo es aburrido como una mala historia de amor. Y los dos libros son eso, una historia de amor truncada, en el caso de Miller por su tierra, y en el caso de De Beauvoir desamor por el hombre que la había enamorado.
En un viaje a EE UU, el autor de ‘Sexus’ vio “el derrotismo de América”
“Todo está en el interior de nosotros mismos, y de una manera más clara y evidente aún, los mundos de ficción que creamos, la literatura”, dice Rosa Regás en el prólogo de Malentendido en Moscú. Y es verdad que el libro, que apareció por primera vez en Francia en 1992 (muertos ya Simone y su marido), se lee con la imagen (sobre todo la imagen última) de Sartre en la retina de lector. Este viaje sentimental a Moscú (en la ficción, a ver a la hija del marido de la protagonista; en la realidad, entre otras cosas, a compartir el tiempo con una amiga del filósofo) le sirve a Simone de Beauvoir para indagar en los efectos que la inminencia de la vejez tiene en la vida de pareja; y en este caso el aburrimiento que domina esa relación se acompasa con el aburrimiento que en ese momento devolvía la Unión Soviética a los que alguna vez creyeron que su ejemplo sería la solución, frente al capitalismo.
Una pesadilla con aire acondicionado es también la historia de un desencuentro; Miller había ido a Estados Unidos porque su padre se estaba muriendo, y encontró que era el país entero el que se había entregado a la muerte; el consumo calmaba las iras del aburrimiento y él preveía que esas ciudades que alguna vez fueron bellas e ingenuas se iban a devorar a sí mismas. Él vio ahí “el derrotismo de América”, la decrepitud de Nueva York, la estúpida aspiración al patriotismo como una religión. Algún día, frente a todo esto, habría que vivir "en cavernas democráticas".
‘Malentendido en Moscú’ se lee con la imagen de Sartre en la retina
En cavernas democráticas, o en París. El punto en común de estos dos libros de dos de los mitos más conocidos del siglo XX es un desamor común por el aburrimiento (de las patrias, de las ideas absolutas, de la pareja) y París. Nada hay como París; en Miller, como contrapunto de la fealdad insufrible de la mayor parte de la América que cruza; y en el caso del personaje femenino de Simone de Beauvoir París se presenta como solución ante la monotonía de Moscú, donde, además, se ha producido un insoportable malentendido del que parten la novela y, acaso, la propia autobiografía final de la pareja literaria más famosa del siglo XX.
¿Y por qué ha rescatado estos inéditos Navona? “Ya las agencias no te ofrecen inéditos ni te los encuentras por el camino” dice Pere Sureda, que forma parte del equipo editorial de Navona. “Y a mí me atraen esos escritores a los que se los comió la moda, pero siguen siendo excelentes. Henry Miller es un caso… En los 70 era comprado y leído y admirado por toda una generación. Pero pasado el tiempo, y a pesar de las excelentes ediciones de Edhasa, no existe en las mesas de novedades, ni está su obra entera en las librerías. ¡Pasó!”. Buscó en Internet (“que es donde encuentras esas cosas”) y halló este inédito, publicado por primera vez en 1945. “Busqué al agente, pagué, obviamente, y ahí está”. El relato de Simone de Beauvoir se había publicado en una revista y se editó en libro a finales de 2012, “a bombo y platillo”, por lo cual Sureda pensó que estaría vendido en España. “¡Y estaba libre de derechos! ¿Increíble, verdad? Así es el mundo del libro”. ¿Y fueron muy caros? “No tanto, entre 1.500 y 3.000 euros”.
La traducción de Una pesadilla con aire acondicionado es de José Luis Piquero; la de Malentendido en Moscú es de Joachim de Nys. Navona es una editorial de larga data, basada en Barcelona, a la que ahora se ha incorporado Pere Sureda, cuyo último trabajo, después de pasar por diversas editoriales españolas e iberoamericanas, fue el de director editorial en España de Norma.
 
 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Pequeñas editoriales

Portadas
El mundo editorial está un poco loco. Se publica mucho y más en nuestro género, aunque tiendo a pensar que ya no es porque esté de moda sino porque, en cierto modo, se ha instalado como fenómeno. El caso es que por más que este humilde bloguero lea, no da tiempo a comentar propiamente y con la calidad que se merecen tantos y tantos títulos. Por eso quería dejar un hueco a algunas apuestas arriesgadas, interesantes y algunas veces suicidas que me han hecho llegar de una u otra manera editores y autores más pequeños. 
Sí, lo sé, se van a quedar fuera muchos. Lo siento. Haremos más, pero prefiero comentar sólo lo que conozco. Luther, una novela en el País Vasco con ETA y las drogas de fondo, una sopresa italiana y una apuesta suicida del gran David Peace son algunos de los platos de este menú. Lean y disfruten. 


Lobos frente al mar. Carlos Mazza. (Seronda. Traducción de Francisco Álvarez). Un autor y una novela peculiares. Corrupción, negrura y muerte en el Bari veraniego (buen escenario) que tan bien conoce el autor (sólo ha salido de allí para hacer el servicio militar). Una novela que entra de lleno en la miseria que corroe Italia contada con acierto y pulso por un hombre que militó en la extrema izquierda y que ha trabajado 35 años en el sector bancario. El libro inauguró la colección Sabot- Age del sello Edizione, avalada por el maestro Massimo Carlotto (otro con historia al que debemos un homenaje aquí). 
La rata en llamas. George V. Higgins (Libros del Asteroide. Traducción de Magdalena Palmer). Algunos nunca dejaremos de agradecer a estos aventurados editores que hayan recuperado a un clásico del género que ha sido menospreciado a un nivel sólo comparable con su calidad. Aquí ya hablamos de él y volveremos a hacerlo. En este caso vuelven los ingredientes clásicos: abogados de poca monta, delincuentes grises pero peligrosos, humor corrosivo y, sobre todo, unos diálogos por los que muchos autores contemporáneos darían sus dos brazos.
1974. Red Riding Quartet. David Peace (Alba. Traducción de Manu Berástegui). Un escritor de altura embarcado en un proyecto de locos. Este libro es la primera parte de una serie de cuatro obras publicadas por Alba y situadas en Yorkshire. Muerte, misterio, negrura, mucha negrura y calidad para una novela que no se olvida fácilmente (cuando lea las otras tres, lo comentaremos como se merece). Un libro brutal de un escritor soberbio. Ya hablamos aquí también de Tokyo Año Cero.
Luther. El origen. Neil Cross (Es Pop Ediciones. Traducción de Óscar Palmer). Para los fans de la serie poco se puede decir de Luther que no se sepa. Para los que no la hayan visto, que no se la pierdan. Para todos, vayan a este libro donde Cross (guionista de la serie) refleja a la perfección los demonios internos que llevaron a Luther a la desesperación y a la cuesta abajo personal y profesional. A veces crep que es mejor incluso que la serie. Un must. 
Respirar por la herida. Víctor del Árbol. (Alrevés). Baste este ya emblemático libro de la ficción criminal española contemporánea para hablar de la apuesta valiente y seria de esta editorial. De la novela ya habló el autor en una entrevista de Aurora Intxausti en este blog. Sólo decir que tiene una fuerza desconocida y una calidad soberbia, como otras obras de las que ya hablaremos (atentos a La paz de los sepulcros, de Jorge Volpi, que reseñaremos en breve. Brutal). 
Nadie llora a un muerto. Deborah Crombie (Navona. Traducción de Rebeca Bouvier). La autora de Dreaming of the bones sigue con su serie de Duncan Kincaid y Gemma James. Ella es texana pero escribe novelas perfectamente ambientadas cerca de Londres. Un clásico del género que no conviene perderse. 
La última batalla. Javier Abasolo (Erein). A veces se echa en falta novela negra que se meta hasta el fondo en la miseria que ha vivido este país. Esta lo hace. El asesinato de un etarra a la salida de prisión (qué actual) y las heridas sufridas por un ertxaintza en el mismo acto desencadena una investigación que vuelve al Euskadi de los ochenta: ETA, la reconversión industrial y las drogas. Un paisaje duro para una novela que no da tregua. 
Los cuadernos secretos de Sherlock Holmes. Javier Casis (Buscarini). Una aventura más para los amantes del inquilino del 221b de Baker Street. Ya saben los fans que Holmes participó en decenas de casos que sólo aparecen citados pero que Connan Doyle nunca relató. Casis los recoge con respeto y los cuenta. Arriesgado, sí, pero interesante y muy entretenido. 
Con todo el odio de nuestro corazón. Fernando Cámara (Rey Lear). Un mundo, no tan lejano, en el que la crisis no ha devastado y la clase media vive en la miseria. Un profesor, un joven desequilibrado y una directora de sucursal que vendió preferentes se alían para matar a uno de los responsables de la crisis. Distopía y ficción criminal mezclados y que merecieron el Premio Francisco García Pavón de narrativa policíaca 2013. 
13 días. Valentina Giambaco (Pamiès. Traducción de Ana María Sánchez). Un hombre temido por todos que fue secuestrado cuando era pequeño. 13 días y una venganza pendiente. Y una detective, Alice Madison, que tiene que pasearse por el lado oscuro para tratar de llegar a la verdad. Thriller psicológico de los buenos. Ya hablamos en su día de El pirómano, otra de las apuestas de estos aventureros. 

jueves, 5 de diciembre de 2013

André Schiffrin:editor independiente


Murió el editor independiente André Schiffrin

Publicó a autores como Michel Foucault, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvo Beauvoir, Marguerite Duras y Günter Grass en los Estados Unidos. Tenía 78 años.

SCHIFFRIN. Fue uno de los hombres más importantes del mundo de la las Letras estadounidenses.

André Schi Schiffrin, el editor independiente franco-estadounidense que publicó a autores como Michel Foucault, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvo Beauvoir, Marguerite Duras y Günter Grass en los Estados Unidos, murió el domingo en Par París a los 78 años.
Schiffrin, uno de los hombres más importantes del mundo de la las Letras estadounidenses, falleció en la ciudad en la que había nacido en 1935 y de la que emigró a los 6 años, huyendo de la persecución nazi que había invadido Francia. 
Heredó una editorial pero sobre todo la pasión por el oficio de su padre, pero cuando los resultados económicos no fueron buenos, fue separado de su cargo: decidió entonces fundar una nueva. A la vez, escribió durante su carrera algunos libros con reflexiones sobre su trabajo, como El control de la palabraLa edición sin editoresUna educación política y El dinero y las palabras.